La infidelidad en la pareja es un terremoto emocional que puede sacudir los cimientos de cualquier relación. Lo sé, porque he estado allí. He acompañado a muchas personas en este proceso y he reflexionado profundamente sobre los caminos que se abren tras una traición. Hoy quiero hablarte desde mi experiencia como coach y como alguien que ha escuchado, sentido y comprendido el peso de este dilema: ¿rompo con todo o lucho por reconstruir?
El impacto de la infidelidad: un quiebre en el alma
Cuando una infidelidad sale a la luz, todo cambia. Hay preguntas que resuenan en el corazón: “¿Qué hice mal?”, “¿Por qué a mí?”, “¿Hay algo que salvar?”. En ese momento, las emociones se convierten en protagonistas. La ira, la decepción y el orgullo herido nos llevan a un torbellino que parece no tener salida.
Recuerdo trabajar con una persona que, al descubrir una infidelidad, sentía que su mundo se desmoronaba. Le dije: “No importa lo que decidas hoy. Importa que te tomes el tiempo para escuchar tu corazón y elegir desde la conciencia, no desde el dolor”. Esa frase marcó el inicio de su sanación, y también la mía como coach.
Ruptura abrupta: el camino del adiós
La ruptura, ese acto que parece tan definitivo, puede ser una respuesta inmediata cuando el dolor es insoportable. He visto cómo el enojo y el orgullo impulsan a las personas a cortar la relación de manera abrupta. A veces, es necesario. Hay relaciones que, tras una infidelidad, muestran patrones de falta de respeto o abuso emocional que hacen inviable seguir adelante.
Sin embargo, también he visto cómo otras personas han roto sin reflexionar, sin entender el porqué de la traición o las dinámicas que llevaron a ese punto. En mi experiencia, siempre les sugiero tomarse el tiempo para procesar lo ocurrido. Terminar desde el dolor puede cerrar una puerta, pero también puede dejar muchas ventanas abiertas al resentimiento.
Lucha resiliente: el coraje de reconstruir
Decidir luchar por la relación tras una infidelidad en la pareja no es para todos, pero quienes lo eligen lo hacen desde un acto profundo de valentía. Este camino requiere compromiso mutuo y una disposición para sanar juntos.
Uno de los casos más inspiradores que he acompañado fue el de una pareja que, tras una infidelidad, decidió asistir a terapia juntos. En cada sesión, se enfrentaron a sus miedos, a sus fallas y, sobre todo, a sus esperanzas. Me decían: “Esto no es fácil, pero sabemos que vale la pena intentarlo”. Al final, no solo reconstruyeron su relación, sino que se reinventaron como pareja.
Luchar no es un camino de debilidad. Como siempre digo: “Mirar al dolor de frente y decidir quedarse es una de las expresiones más puras de amor y coraje”.
Reflexionar antes de actuar
Antes de tomar cualquier decisión, quiero invitarte a hacer una pausa. Tómate un momento para responder estas preguntas desde lo más profundo de tu ser:
- ¿Qué necesito para sentirme bien conmigo mismo/a?
- ¿Creo que mi pareja está dispuesta a cambiar?
- ¿Estoy actuando desde el enojo o desde la reflexión?
Estas preguntas no tienen respuestas fáciles, pero te ayudarán a conectar con tu verdad.
Sanación: un camino personal e intransferible
Ya sea que decidas romper o quedarte, la sanación siempre será un proceso personal. Necesitarás tiempo, espacio y, a veces, ayuda profesional para reconstruirte desde el amor propio. He visto cómo las personas florecen cuando priorizan su bienestar. El camino hacia la sanación no es lineal, pero cada paso que des te acercará a la paz.
Mi mensaje para ti
Si estás enfrentando una infidelidad, quiero que recuerdes esto: no estás solo. La decisión que tomes no define tu valor como persona, pero sí puede ser el inicio de tu sanación. Como siempre les digo a mis clientes: “No se trata de ganar o perder. Se trata de sanar”.
Tú tienes el poder de elegir el camino que resuene contigo. Ambos requieren fuerza, pero ambos también te ofrecen la oportunidad de crecer, aprender y redescubrirte.
En mi blog, encontrarás más herramientas y reflexiones para acompañarte en este proceso. Si necesitas una guía más cercana, estoy aquí para escucharte y ayudarte a encontrar claridad. Recuerda, la sanación es posible, y mereces encontrar la paz que tanto buscas.
Con cariño,
Linda Lucía Callejas
Esta lectura hace parte de un curso diseñado junto con mi esposo Ivan Mauricio Morales, reconocido Psicólogo y Lifecoach. Aquí puedes encontrar más información sobre el curso